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miércoles, 23 de noviembre de 2011

Océanos

Durante siglos los seres humanos han habitado y conocido la superficie terrestre sin apenas intuir la increíble fuente de recursos yacente en el fondo de los océanos. Sin embargo, desde mediados del siglo XX los avances tecnológicos han permitido la exploración paulatina de ese nuevo mundo, tan próximo y tan inaccesible al mismo tiempo.

Distribución de mares y océanos

Las grandes masas de agua superficial se dividen, de acuerdo a su extensión, en mares y océanos:
  • Los océanos forman grandes masas de agua que cubren aproximadamente tres cuartas partes del globo terráqueo. Se distinguen cinco grandes divisiones oceánicas:
  • Atlántico.
  • Pacífico.
  • Índico.
  • Glacial Ártico.
  • Glacial Ántártico.

Los dos últimos tienen cubierta de hielo la mayor parte de su extensión.
  • Los mares constituyen pequeñas regiones de un océano concreto delimitadas por características geográficas como penínsulas, archipiélagos, etc. No obstante, algunos mares, como el Mediterráneo, el mar Negro o el Caspio, poseen una identidad propia.

Formas del relieve submarino

La plataforma continental es la región del fondo oceánico más próxima a la costa. Consiste en una extensión llana, de mayor o menor anchura según regiones, y que presenta un leve aumento de profundidad a medida que se aleja de la línea costera. Su nivel oscila entre cero y doscientos metros bajo la superficie marina. En esta zona se encuentra la mayor parte de las especies vegetales y animales características de los mares.


El talud continental supone un descenso brusco de la plataforma hasta niveles situados entre los tres mil y los cuatro mil metros de profundidad, y su apariencia sería similar a la de un inmenso acantilado. El talud es la zona de precipitación de sedimentos hacia las zonas más profundas de los mares. Junto con la plataforma continental, ocupa unos 78 millones de kilómetros cuadrados de superficie, casi la cuarta parte del fondo marino.
El pie del talud constituye el inicio de las cuencas submarinas, enormes extensiones a más de cuatro mil metros que ocupan un total de 185 millones de kilómetros cuadrados, más de la mitad de la extensión de la superficie total de los mares. En el fondo de las cuencas habitan las especies abisales, adaptadas a las condiciones de oscuridad, frío y enorme presión típicas de las grandes profundidades.
Las dorsales oceánicas constituyen el paisaje montañoso submarino. Se trata de enormes cordilleras que surcan los océanos en toda su extensión. Se distinguen tres grandes dorsales: la Atlántica (Norte-Sur), la Índica (Norte-Este y Oeste), y la Pacífica (Norte-Oeste). Las tres dorsales están comunicadas entre sí y miden más de sesenta mil kilómetros de longitud, con una anchura que puede llegar a alcanzar los tres mil kilómetros. Algunas cumbres de las dorsales emergen sobre las aguas formando islas y archipiélagos.
Los montes submarinos son formaciones aisladas, situadas en las cuencas, que en algunas ocasiones llegan a emerger y forman pequeñas islas.
Las fosas submarinas son simas y grietas que alcanzan grandes profundidades. Las más importantes se encuentran en el océano Pacífico, y entre ellas destaca la fosa de las Marianas, que con sus 11.521 metros representa el punto más deprimido de la superficie planetaria.

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