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miércoles, 23 de noviembre de 2011

La Vegetación

La cubierta vegetal de nuestro mundo es la base del ciclo vital. La flora produce oxígeno para la atmósfera y proporciona alimento a los seres humanos y a los animales, además de generar numerosos recursos, como madera, aceites, etcétera.

Ecuatorial y tropical

Las regiones cálidas de la Tierra (ver t6) presentan una gran riqueza vegetal favorecida por las buenas temperaturas, la luminosidad y la abundancia de lluvia.
  • La vegetación ecuatorial es extremadamente densa y variada. La forma natural se llama selva virgen y se dispone en estratos: Hierbas, arbustos y árboles, siendo éstos los más abundantes por su facilidad para captar la luz solar, escasa en el suelo. Las plantas son de hoja perenne y se adaptan mal a los cambios. El bosque secundario es una selva regenerada tras la actuación humana, y presenta menor diversidad de especies.
  • La vegetación tropical consiste en un bosque paulatinamente más abierto, más luminoso y, por tanto, con mayor riqueza de plantas bajas (arbustos y hierbas). En la frontera con los desiertos, la vegetación puede reducirse a herbáceas (praderas, sabanas), con árboles y arbustos ocasionales. La hoja suele ser caduca o espinosa, para evitar pérdidas de agua en la estación seca.

Zonas áridas

La vegetación de las zonas desérticas se ve obligada a adaptarse para soportar las duras condiciones climáticas (ver t6) de esas regiones. Aparecen así las plantas xerófitas, de pequeño tamaño, espinosas y duras, que almacenan agua en su interior. En los desiertos no existen árboles y las únicas plantas de gran porte son algunas especies de cactos, muy dispersos.


Zonas templadas

  • Bosque templado húmedo: propio de regiones oceánicas. Predominan las especies frondosas de hoja caduca, como el roble o el haya. Presentan poca cubierta inferior de arbustos o hierbas.
  • Bosque de coníferas o taiga: característico de zonas continentales y de monte. Grandes extensiones dominadas por una sola especie de conífera adaptada al frío y a la ausencia de lluvia durante la época seca.
  • Bosque mediterráneo: árboles y arbustos leñosos, de hoja perenne, dura y protegida contra la evaporación. Resisten la sequía estival y son muy adaptables a los cambios de humedad y temperatura. Especies características son la encina, el olivo o el alcornoque. También existen numerosas variedades de coníferas adaptadas al clima mediterráneo.
Bosques de hayas

Vegetación de montaña

Los bosques de montaña ocupan la ladera de los montes hasta cierta altura y están formados principalmente por frondosas en las zonas más bajas y coníferas en las regiones más elevadas. Las cumbres montañosas, demasiado frías, secas y soleadas para mantener un bosque, presentan arbustos leñosos que dan lugar a prados de montaña en las zonas más altas. En las cimas las condiciones son tan extremas que, a lo sumo, pueden existir sólo algunas especies de musgos y líquenes.
Prado de San Lorenzo de la Muga, Gerona.

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