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miércoles, 23 de noviembre de 2011

El Agua

El agua es el elemento más abundante de la superficie terrestre y representa uno de los componentes básicos en la aparición y mantenimiento de las formas de vida. Aunque existen importantes cantidades de este líquido bajo el subsuelo y otra parte se encuentra en forma de vapor disuelto en la atmósfera, la mayor parte del agua es superficial y cubre aproximadamente las tres cuartas partes del planeta en forma de océanos, mares, lagos y cursos fluviales.

El ciclo del agua

El agua no es un elemento estático, sino que se comporta de un modo dinámico, cambiando constantemente de lugar y de estado físico (sólido, líquido o gaseoso). Este dinamismo es conocido como ciclo del agua. Se compone, a grandes rasgos, de las siguientes etapas:
  • Aguas superficiales: océanos, mares, lagos, ríos y extensiones heladas. Constituyen la base inicial del ciclo.
  • Evaporación: bajo el efecto del calor solar, el agua y, eventualmente, los hielos, se evaporan y se disuelven en la atmósfera. Cada año se evaporan unos quinientos mil km3 de aguas marinas.
  • Condensación: las minúsculas gotas de vapor de agua tienden a agruparse y a formar nubes.
  • Precipitación: el vapor se condensa aún más y forma gotas líquidas o incluso cristales helados. El agua cae a la superficie y adopta diversas formas, como lluvia, nieve o granizo. Del total de agua marina evaporada en un año, la cuarta parte, unos cien mil km3, cae sobre los continentes; el resto vuelve al océano.
  • Escorrentía: el agua precipitada se desliza sobre la superficie terrestre, buscando las regiones más bajas por efecto de la gravedad. Las precipitaciones sobre tierra firme forman ríos, torrentes y lagos, fertilizan los campos y permiten el crecimiento de las especies vegetales y, por tanto, la alimentación de la fauna y del ser humano. El destino final de una tercera parte de estas aguas (cuarenta y cinco mil km3) es de nuevo el mar, con lo que la escorrentía superficial constituye el final del ciclo y un nuevo comienzo. El resto de las aguas superficiales (sesenta y cinco mil km3) se evapora antes de llegar a la costa y vuelve a precipitarse más adelante.
  • Inflitración: parte de las aguas precipitadas es absorbida por el suelo, formando cauces y depósitos de agua subterráneos. Esas aguas tienden a avanzar hacia las regiones bajas hasta alcanzar finalmente el océano, donde el ciclo empieza otra vez.
El ciclo del agua.

Utilidades del agua

Son múltiples y todas ellas vitales:

Usos humanos

  • Consumo doméstico: beber, cocinar, higiene, etc. Supone un 10% del gasto de agua.
  • Agricultura: regadío de las tierras cultivadas, manutención del ganado. Representa aproximadamente el 75% del gasto humano de agua.
  • Industria: aplicación en diversos campos de la industria, como lavado de minerales, enfriamiento de maquinaria, producción de energía, etc. Supone un 15% del consumo de agua.
  • Transporte: mares y vías fluviales, canales, etcétera.

Usos naturales

  • Mantenimiento de las especies vegetales, principalmente de los grandes bosques.
  • Mantenimiento de las especies faunísticas.
  • Modelación del relieve, participación en los aspectos dinámicos de la superficie planetaria.
De esta forma, cualquier alteración en el ciclo del agua puede tener consecuencias graves, tanto para el medio ambiente como para la actividad humana.

Problemas

Los principales son:

  • Escasez: el agua puede escasear en determinadas zonas como resultado de condiciones climáticas naturales. En tal caso no representa un problema, puesto que la actividad natural y la vida humana han podido adaptarse a la situación. Ahora bien, es posible que la falta de agua aparezca ocasionalmente en regiones lluviosas. Se habla entonces de sequía, que en caso de prolongarse puede tener consecuencias desastrosas. Las sequías están producidas por numerosas causas, aunque el cambio climático (ver t12) debido a la contaminación atmosférica está dando lugar a una disminución acusada de las precipitaciones en numerosas zonas del mundo.
  • Superabundancia: es el fenómeno contrario a la sequía. Un exceso inesperado de precipitaciones puede ser incluso más dañino, al producir inundaciones que destruyen pueblos y ciudades y asolan los campos de cultivo.
  • Contaminación: la actividad humana, en especial la industria, ha dado lugar a una disminución constante de la calidad de las aguas en las regiones habitadas. Este hecho tiene especial importancia en lo que se refiere al abastecimiento de agua para beber.
  • Despilfarro: la sociedad industrial consume ingentes cantidades de agua, a menudo de forma inconsciente, mientras que en el tercer mundo el preciado líquido escasea.
Consumo de litros de agua diarios por persona.

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