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miércoles, 23 de noviembre de 2011

La población mundial

El estudio de la población presenta un interés primordial dentro del ámbito de trabajo de la ciencia geográfica. La geografía humana analiza el origen de la población y su desarrollo, así como su distribución y otras características. Todos estos datos son fundamentales a la hora de realizar previsiones y considerar los diversos problemas relacionados con la distribución demográfica.

Dinámica de la población

Desde sus orígenes el número de los seres humanos ha tendido a aumentar. En condiciones naturales el crecimiento demográfico suele ser muy lento, ya que depende directamente de la disponibilidad de recursos alimentarios, de las condiciones sanitarias y de los avances médicos.
El progreso científico puede mejorar (y de hecho así ha sido) esas variables. Una mayor producción de alimentos permite sostener a una población mayor, mientras que los descubrimientos médicos (en especial las vacunas) y las mejores condiciones higiénicas hacen que las personas puedan vivir durante más tiempo.

Natalidad y mortalidad

  • Índice de natalidad: es la relación entre el número de nacimientos y la población total en un lugar y en un periodo de tiempo determinados. Generalmente se expresa en tantos por mil.
  • Índice de mortalidad: es la relación entre el número de muertes y la población total en un lugar y tiempo determinados. También, generalmente, se expresa en tantos por mil.
  • Crecimiento vegetativo o crecimiento natural de la población: es la diferencia entre el índice de natalidad y el de mortalidad. Se expresa en tantos por cien (%). Por lo general, este nuevo índice es un número positivo, aunque en la actualidad en algunos países desarrollados el crecimiento vegetativo presenta cifras negativas, con el consiguiente peligro de envejecimiento de la población.

La explosión mundial de la población

Se puede decir que a lo largo de la historia la población humana ha experimentado un crecimiento constante, aunque lento. La Revolución Industrial, en el siglo XVIII, marcó el inicio de una época de desarrollo técnico que favoreció un aumento demográfico de una rapidez sin precedentes. Al llegar el siglo XX, la población mundial siguió creciendo a tal ritmo que comenzó a hablarse de explosión demográfica.

El desarrollo en las técnicas de producción de alimentos es directamente responsable del gran crecimiento demográfico del siglo XX.
Un crecimiento demográfico excesivo y demasiado rápido puede acarrear importantes problemas:
  • Hambre.
  • Pobreza.
  • Falta de territorio.
  • Agotamiento de los recursos.
  • Contaminación.
  • Guerras, como resultado de la miseria y las diferencias sociales.
Una solución al problema del crecimiento poblacional es el control de la natalidad, que ya se ha establecido en China y otros países. Sin embargo, su eficacia es limitada y supone una amenaza al derecho de las personas a tener el número de hijos que deseen.
Aunque la tendencia dominante en la actualidad es el crecimiento a nivel global, las variaciones demográficas son distintas de unas regiones a otras. Así, diversas regiones del mundo experimentan índices de crecimiento muy elevados (Asia, África, Latinoamérica), mientras que en otros lugares (Europa, Oceanía, América del Norte), la población tiende a estancarse o incluso a disminuir.

La masificación de las ciudades es una consecuencia de la explosión demográfica.

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